Sin novedad esta semana. Largos y largos. 3000 metros más repartidos en tres días.
domingo, 29 de julio de 2012
jueves, 26 de julio de 2012
¿A qué suena nadar?
Brazadas rodeado de clases de natación, meriendas, familias intentando
evitar el calor y niños saltando al agua. A pesar de todo, en la calle
habilitada para nadar nunca estoy solo. Así suena mi piscina:
domingo, 22 de julio de 2012
Cosas que empiezan por N.
Estaba pensando en palabras
que empiezan por n y claro, una de las
primeras que se me ha venido a la cabeza ha sido natación. Esta semana le he dedicado poco tiempo a esta actividad, sólo
dos días. He estado en la piscina jueves y viernes. El primer día nadé 500 metros
y el segundo 1000.
No he podido ir más días, y no he podido ir porque le he dedicado más tiempo a otra palabra que empieza por n. La primera palabra que se me ha ocurrido al pensar en palabras comenzadas por n. Esta palabra es niño. Un niño de 11 meses y 8 días.
domingo, 15 de julio de 2012
Tic - Tac.
Me he tomado algunas
libertades (no muchas) en la planificación que había previsto para esta semana.
El miércoles hice 1000 metros en lugar de 600 y el viernes únicamente 500; 200
menos. El sábado no pude ir a la piscina y ha sido hoy cuando he hecho los
últimos 1000 de la semana, y con éstos he nadado mis primeros 10000 metros.
Hoy he cronometrado el
tiempo que tardaba en hacer un kilómetro. No pretendo batir ningún record, ni
obsesionarme con nadar rápido, simplemente quiero empezar a llevar un control
de mis entrenamientos. Además, lo que más valoro en este momento son las
sensaciones, ver cómo acabo de cansado cada día e intentar hacer todos los
gestos correctamente desde el principio hasta el fin.
Mi tiempo ha sido: 1000
metros = 26:07:81
sábado, 14 de julio de 2012
Fechas.
La organización trabaja rápido. Ya han sido publicadas las principales fechas para la travesía de 2013. La prueba se celebrará el domingo 7 de julio, el plazo de inscripción estará abierto del viernes 15 al jueves 28 de febrero y el sorteo para adjudicar las plazas se efectuará el viernes 1 de marzo. Cruzaré los dedos para ser uno de los afortunados.
lunes, 9 de julio de 2012
Toma de contacto.
Ayer tuve mi primer
contacto con la travesía a nado Tabarca – Santa Pola. Nunca había visto como se
desarrollaba una prueba de estas características y necesitaba vivir el
ambiente, ver si los participantes eran supermanes o gente normal y ser
consciente de en qué condiciones llegaban.
Me fui andando hasta la escollera más próxima y allí veía de cerca pasar a los nadadores acompañados por barcos y piraguas. Hasta muy lejos se podía ver la espuma que formaban los brazos al entrar en el agua. Al lado de mí, dos hombres de unos 60 años y que medían más de ancho que de alto, comentaban con tono despreciativo el esfuerzo que hacían los deportistas: “esto no tiene nada, siendo joven y nadando tranquilamente a tu ritmo, al final llegas”, le decía uno a otro.
A las 8.25 horas estaba
en la playa del Varadero, apoyado en una valla azul que delimitaba la zona de
llegada de los nadadores y la zona de curiosos, familiares, amigos y público en
general. Cuando me situé y comencé a tomar conciencia de la distancia que había
hasta Tabarca, de lo bien señalizado que estaba el recorrido por boyas y globos
y de la carpa de descanso que daba la bienvenida a los deportistas, el speaker
pidió un fuerte aplauso para las personas que habían tomado la inteligente
decisión de abandonar. En ese momento sentí un hormigueo en el estómago y me
llené de preocupación. Tuve un flashforward y me vi a mí mismo dentro de
un año bajando de aquella barca, resignado y con la sensación de haber tirado
un año y un propósito a la basura. Por supuesto, creo que esas personas que
decidieron retirarse, hicieron lo correcto y seguro que de todos los que se
lanzaron al mar fueron los que tuvieron más valor por tomar esa decisión, y
espero que si el próximo año me veo en una situación comprometida sepa decidir
que la aventura se ha acabado y opte, como ellos, por pedir ayuda. Pero aun
así, me puse nervioso de pensar que podría verme en esa circunstancia.
Después, los
comentarios del speaker siguieron animándome: “¡¡¡un fuerte aplauso
para los piragüistas, que hacen una gran labor de apoyo y de seguridad!!!,
¡¡¡hay que tener en cuenta, que todas las personas que se han lanzado al mar,
están jugándose la vida!!!”; gritaba al micrófono, mientras caminaba excitado
por los alrededores del arco de llegada. “¡¡¡Con el fuerte oleaje y la marea
en contra, completar la travesía va a ser épico para muchos nadadores!!!”,
dijo en otro momento.
Llegó el primer
clasificado y a continuación comenzó el goteo de nadadores que cruzaba la línea
de meta. La entrada de la primera mujer también me impactó. Fue incapaz de
hablar y tuvo que sentarse en la arena. El speaker, micro en mano,
trataba de animarla: “¡¡¡no te preocupes campeona que estamos en familia,
vomita si quieres!!!”. Ya me había hecho una idea de lo que significaba
completar la travesía con el mar en malas condiciones (peligro, agotamiento,
mareo). Lo peor de todo fue, que yo miraba al agua y no veía oleaje, ni el
viento soplaba fuerte. Imagino que era la corriente en contra la que hacía tan
duro nadar hacia Santa Pola.
Me fui andando hasta la escollera más próxima y allí veía de cerca pasar a los nadadores acompañados por barcos y piraguas. Hasta muy lejos se podía ver la espuma que formaban los brazos al entrar en el agua. Al lado de mí, dos hombres de unos 60 años y que medían más de ancho que de alto, comentaban con tono despreciativo el esfuerzo que hacían los deportistas: “esto no tiene nada, siendo joven y nadando tranquilamente a tu ritmo, al final llegas”, le decía uno a otro.
Volví a la zona de llegada y entonces fue cuando decidí
que, a pesar de todo, tenía que intentarlo. Me fijé de nuevo en los que iban
llegando, entraban cansados, con la respiración fatigosa pero todos con cara de
felicidad. Uno de los nadadores comentó: “ha sido increíble. Bonito de
verdad. Ves el fondo durante todo el recorrido”. Espero que en julio de
2013 el mar se porte bien conmigo y me regale corriente a favor.
domingo, 8 de julio de 2012
Magia.
Abracadabra pata de
cabra, comenzar a ir más relajado en el agua y desaparecer por arte de magia
todas mis molestias. El trabajo de esta semana me ha dejado muy buenas
sensaciones. Han sido en total 3000 metros repartidos en cinco días. Me he
puesto el bañador de lunes a viernes y he hecho 10 largos lunes, martes,
miércoles y jueves y 20 el viernes para despedir la semana. Tenía la impresión de que
nadar 500 metros me resultaba cómodo. Nadaba relajado, concentrándome en los
movimientos y la respiración e intentando llevar un ritmo constante. Cuando
terminaba los largos no me encontraba nada cansado y tenía ganas de continuar.
El miércoles, tras leer
el comentario de Quine6, comencé a prestar atención al necesario rolido y además, he estado respirando un
largo por el lado izquierdo y otro por el derecho. La respiración por la
derecha todavía me cuesta y combino momentos en los que me sorprendo a mí mismo
(los más) con otros en los que incluso trago agua y me tengo que parar (unos
pocos). De momento, respiro cada dos brazadas. He intentado en algún largo
hacerlo cada tres y noto que voy más rápido pero casi al final de la piscina me falta
el aire. Voy a seguir respirando cada dos, no hay prisa, todo llegará.
El viernes quise
comprobar si podía hacer 1000 metros. Los hice parando únicamente 20’’ al
terminar los 500 metros. Acabé cansado pero aún podría haber hecho alguno más.
La diferencia entre nadar 500 metros y 1000 la noté el sábado. Me volvía a
doler el cuello, pero sólo en el lado derecho (lo cual asocio a la falta de
costumbre de respirar por ese lado) y sobre todo, tenía agujetas en los
dorsales y trapecios. Mi idea era volver el sábado a la piscina para hacer
otros 10 largos de forma relajada y que así los músculos no se quedaran
doloridos, pero por compromisos familiares no puede ir.
Mi planificación para
esta semana es nadar de lunes a sábado y hacer estas distancias:
- Lunes
= 500 metros.
- Martes
= 1000 metros.
- Miércoles
= 600 metros.
- Jueves
= 1000 metros.
- Viernes
= 700 metros.
- Sábado = 1000 metros.
lunes, 2 de julio de 2012
Poco a poco.
Termino
contento la primera semana. He nadado cuatro días: lunes, martes, viernes y
sábado. 500 metros cada uno de ellos. No parece mucho, pero las sensaciones en
el agua entre el primer día y el último son muy distintas. Además, empiezo a ser
consciente de errores que cometo.
Antes
y después de nadar, estoy aprovechando para observar a otra gente que está en
la piscina. Intento entender sus movimientos para poder imitarlos en el agua.
Creo
que no consigo llevar una respiración acompasada y por eso acabo fatigándome
pronto. Respiro cada dos brazadas por el lado izquierdo, pero en ocasiones
expiro muy fuerte y durante mucho tiempo y otras la respiración es muy corta.
También creo que tengo problemas con el brazo derecho, cuando comienzo a
fatigarme no lo saco bien del agua y lo tengo encogido. Seguro que hay muchas
más cosas, pero de momento, estos errores son los que he identificado.
Además,
me han surgido una serie de dudas:
- No
sé si es mejor intentar respirar bilateralmente, el sentido común me dice que
si puedo respirar cada tres brazadas sacando la cabeza hacia ambos lados, el
cuerpo hará movimientos más compensados, pero de momento si respiro cada tres
brazadas me falta el aire. El último día, intenté nadar un largo respirando hacia
la izquierda y el siguiente hacia la derecha. Por el lado derecho me cuesta
sacar la cabeza a la superficie y en algún momento trago agua. He notado que en
seco también tengo menos movilidad del cuello hacia el lado derecho (nunca me había
fijado). Además, he notado que al día siguiente de nadar me duele la nuca, no
sé si es debido a respirar únicamente por un lado o a que no caliento y estiro
al final de modo correcto.
-
Tampoco sé si nadar con tapones en los oídos o
sin tapones. He probado de las dos maneras, y normalmente después de acabar siento
agua en el oído izquierdo. Desde el lunes es como si lo tuviera taponado. No llega
a ser una sensación desagradable y es
algo difícil de explicar con precisión, pero pienso que no es normal. Las dos
últimas veces he nadado sin tapones.
-
Otra duda que me tiene un poco preocupado es
por qué cuando termino de nadar acabo con dolor de cabeza. Durante el tiempo
que estoy en la piscina no me doy cuenta de nada y después de un rato en reposo se me pasa,
pero si hago movimientos bruscos o me agacho noto un pinchazo en la parte
izquierda del cráneo.
Estoy pensando que todo
puede estar de alguna manera relacionado: respirar sólo hacia el lado izquierdo,
que me duela la nuca, que el oído izquierdo recoja más agua, que me duela la
cabeza por ese lado. Espero que todos estos problemas empiecen a desaparecer.
Nadando por la red.
El miércoles y el jueves no pude ir a la piscina debido a unos problemas
familiares. Me quedé en casa y aproveché para buscar en internet algunas
páginas sobre natación. Me he dado de alta en el foro de la página http://www.i-natacion.com. Este foro está lleno
de auténticos expertos que seguro me podrán ayudar mucho en las dudas y
problemas que me vayan surgiendo durante este año. En esta página he conocido a
Quine6 que tiene una historia muy parecida a la mía: http://quine6.wix.com/limite.
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