martes, 26 de junio de 2012

Planificación.

De algún modo hay que empezar, así que he pensado dividir este año en tres grandes fases. Por supuesto, esta planificación está totalmente abierta y se puede modificar según vaya avanzando.

En primer lugar, voy a aprovechar los meses de verano (julio, agosto y septiembre) para ir nadando tranquilamente en un polideportivo al que suelo ir. Tiene una piscina olímpica que en verano está llena de hombres y mujeres tumbados en el césped tomando el sol, niños saltando al agua en bomba, madres gritando a sus hijos que no corran por el borde por si se resbalan, grupos de adolescentes que pasan la tarde al fresco, clases de natación para niños, etc., en definitiva, está llena de todo lo que no invita a tratar de nadar de forma seria. El caso es que hay habilitada una calle para poder nadar más o menos tranquilo y voy a tratar de aprovecharla para ir habituándome al medio, ir cogiendo fondo físico y tratar de corregir y automatizar la técnica de nado. Para esto, voy a recurrir a un amigo que nada a diario desde hace mucho tiempo.


En la segunda fase, cuando cierren esta piscina al aire libre, iré a la piscina municipal y comenzaré el trabajo más serio. En varias páginas de internet hay planes de entrenamiento que trataré de adaptar a mis condiciones físicas.

Como soy consciente de que no es similar nadar en una piscina y en el mar abierto, la última parte será salir al mar a nadar para acostumbrarme al esfuerzo físico entre corrientes y olas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario